viernes, 14 de noviembre de 2014

Esther Ferrer, la performer































Entrevista a Esther Ferrer en "Zehar"
Revista de Arteleku

-[M. Zilbeti +M. Otaegi] Llevas aquí ya dos semanas y te han hecho muchísimas entrevistas. ¿Cuál es la pregunta que más se ha repetido?

-[Esther Ferrer] ¿La que más se ha repetido? Si hay alguna evolución en la performance y cómo empecé a hacer performance. Creo que son las cosas que más me han preguntado, y que me preguntan siempre.

-Imagino que tu performance habrá evolucionado contigo.

-Envejecen conmigo cambian conmigo. En primer lugar porque la situación político social cambia y psicológicamente tu cambias también, así como tus intereses, y tu trabajo evoluciona en consecuencia. Tampoco físicamente soy la misma que a los treinta años y hay algunas performances que ya no puedo hacer. Puedo adaptarlas a mi situación actual y algunas veces las adapto porque la idea me gusta y no quiero dejarla en el cajón del olvido. Pero otras veces no, porque no puedo hacer las cosas como las hacía antes y no quiero cambiarlas. Estas performances desaparecen para dar lugar a otras que se adaptan más a mi situación actual, física, psicológica... Hay periodos que tienes más preocupaciones de tipo artístico y otros que por lo que sea, porque la situación es como es, tienes preocupaciones sociopoliticas, o estás tú misma en una situación vital un poco rara y todo esto influye tanto lo que haces a nivel plástico como a nivel de performance. De todas formas yo cambio las performances continuamente y aunque guarde la idea porque me gusta, hago versiones diferentes, una idea se puede declinar de muchas formas.



-Se comenta que nay muchas teorías sobre la performance, tantas teorías como performers. Por lo tanto, tendrás tu propia teoría...

-Por supuesto, yo tengo mi propia teoría, pero solamente respecto a lo que yo hago. 
Pienso que hay tantas teorías y tantas definiciones como performers, pero no todo el mundo está de acuerdo, al contrario. 
Hay muchos que la sintetizan, analizan, clasifican, excluyen etc. Yo siempre hablo de mi trabajo. Tengo mi propia idea de lo que quiero hacer, de lo que considero que es una acción, y a partir de ahí puedo teorizar sobre lo que hago.

Puede ocurrir que quienes ven mis performances estén en completo desacuerdo con mi teoría, pero eso no me molesta, al contrario, me gusta mucho, me ha costado mucho comprender que el no estar de acuerdo puede ser enriquecedor para todas las partes.


-¿Se puede ver la performance como la confluencia del espacio privado y público?

-Sí, por qué no, pero se puede hacer en privado y en público.

-Pero, ¿es la performance una herramienta válida para traer al terreno de lo público lo que es privado y viceversa?

-Sí, pero esto también se puede decir por ejemplo de un cuadro, de una película, de una obra de teatro... Muchas veces exteriorizan también la privacidad... Se puede aplicar a la performance, pero no es exclusivo. He leído muchas veces por ejemplo que en muchas novelas hay elementos autobiográficos... También en este caso lo privado se hace público. En una cosa tienes razón quizás y es que en la novela, en la pintura o en otras artes, a lo mejor está «disfrazado» o encubierto y en la performance, en la acción, por sus características es más evidente puesto que el o la performer es a la vez objeto y sujeto, es más real en ese sentido. Pero también puede estar muy escondido, manipulado, aunque yo esté totalmente en contra de la manipulación, sin duda se puede mistificar, ¿verdad?

-Relacionado con las performers de los años 70'S, las feministas veían la performance como una herramienta de distorsión de la realidad...

-La lucha era a dos niveles: uno privado, por supuesto, porque había muchas cosas que cuestionar en tu vida privada, todo lo que toca a la sexualidad, la relación con tu compañero o compañera, las diferentes dependencias atávicas, etc. 
Pero era también social, combatir para acceder a campos que nos estaban negados socialmente, el derecho al aborto, a trabajo igual salario igual, el derecho a disponer de nuestro cuerpo, la lucha contra la frontera de lo público y lo privado, y en las discusiones entre nosotros tratábamos todos estos temas intentando verlos lo más claramente posible.

Por lo que se refiere al mundo artístico, estoy convencida que el feminismo ha ampliado la temática y las posibilidades artísticas introduciendo temas que hasta entonces estaban considerados a-artísticos o no artísticos, muchos de estos temas formaban parte del cotidiano de las mujeres. En ese sentido es difícil separar, en la lucha feminista y en el terreno artístico, en qué medida estábamos defendiendo nuestro propio yo y nuestra propia identidad, porque también estábamos defendiendo la visibilidad social de una nueva imagen, de un nuevo ser mujer, con todos los derechos, con una capacidad de reacción, con una capacidad de intervención y de tomar decisiones, etc.


-En Arteleku, al comenzar el taller, antes de la presentación de cada participante dijiste lo siguiente: «doy por supuesto que todas las personas que estáis aquí sois feministas». El punto de partida es ese...

-Me encantaría, pero no siempre es el caso. 

De vez en cuando te encuentras incluso algunas antifeministas, que no se han planteado el problema, que no son conscientes incluso de que haya una limitación de los derechos de la mujer, porque no se han detenido a pensar, o porque aceptan de entrada que eso sea así y peor todavía, que debe ser así. No se lo plantean nunca como problema, quizás porque si lo hicieran surgirían tantos interrogantes que prefieren no planteárselo. 

Es verdad que para ti y para mí y para todas las mujeres que reflexionamos sobre la cuestión la vida es más complicada y por supuesto la relación con los hombres también y no sólo en la vida privada, sino también en la profesional.

-Has dicho en varias ocasiones que tú eres feminista, pero que tu arte puede serlo o no.

-A mí no me gustan mucho las etiquetas, pero la de feminista todavía hoy en día creo que es absolutamente necesaria, para que quede clara tu posición. Creo que cuando eres feminista, lo eres porque has reflexionado, porque has luchado por la liberación de la mujer, porque te has informado, discutido, leído, intentado clarificar tus propias contradicciones, etc. Entonces todo esto destiñe sobre lo que haces. Me ha ocurrido tras hacer una performance que vengan a hablar conmigo algunas mujeres y me digan «¿tú eres feminista verdad?» Y siempre me sorprende porque a lo mejor la performance que he hecho era completamente absurda, porque trabajo mucho con el absurdo...

Así es que debe de haber algo de mi posicionamiento feminista en la vida que se transparenta, ¡por supuesto! Otras veces efectivamente puedo utilizar mi trabajo artístico para protestar contra una situación dada, que puede ser algo que afecta a la situación de la mujer, y hago una obra de protesta o de denuncia. Es como un grito que sale en forma de obra que se define como feminista porque es una reacción ante un hecho que es contra los derechos o las libertades de las mujeres. Lo que yo no quiero es ponerme la medalla o la bandera de feminista en el terreno del arte. Yo soy feminista veinticuatro horas sobre veinticuatro y hago el arte que me parece que tengo hacer.

-Es interesante, porque ahí está la relación que quieres tener con el público, al final es el público quien interpreta lo que estás haciendo, ¿da igual que le guste o no le guste?

-Me da lo mismo. Lo que me interesa es hacer lo que quiero de la manera que quiero en una situación dada, y si pretendo vehicular un mensaje, ser capaz de decir las cosas lo más claramente posible, sobre todo cuando intento proponer una reflexión sobre algo que creo es importante y sobre lo que pienso merece la pena reflexionar.

-¿Crees que hay una relación entre las teorías postfeministas - queer y las teorías de la performance?

-Cuando surgió la acción se posicionó como una ruptura en el terreno de la expresión artística, pero por lo que yo sé, no nació en espacios feministas, quienes empezaron eran en su mayoría hombres, había mujeres en Gutai, en Fluxus y en otros movimientos, pero eran minoritarias, lo que no quiere decir que no fueran pioneras e importantes. Pero como es un vehículo que facilita o que es apto o apropiado para poner sobre el tapete ciertas reivindicaciones y clarificar posiciones en relación con la situación de la mujer, las feministas, lesbianas o no, nos hemos apropiado de ella, la practicamos. Para aquellas artistas que han hecho siempre arte feminista, de batalla, de lucha... Efectivamente la performance tiene unos elementos que pueden ser muy útiles para romper esquemas, como ocurre con el video, quizás por ello hay muchas mujeres que trabajan con el video.

-Estos medios han permitido a las mujeres convertirse en sujeto y empezar a representarse a sí mismas.

Cuando hablas de la representación, yo siempre digo que la performance no representa, presenta. Se trata más bien de destruir estas posiciones «hegemónicas» que han llevado a la situación actual. Tú no representas tu cuerpo, tú presentas tu cuerpo de mujer, con todos los derechos, guapo, feo, alto, bajo gordo, flaco, joven, viejo... Es el tuyo y ahí estás y lo utilizas como sujeto de tu acción. Pero la lucha de la mujer por representarse a sí mismas empezó antes que la performance y no sólo en el terreno artístico...









































-Presentación...representación...
Algunos autores defienden que hoy en día estamos siempre en situación de representar un rol que represente otros roles.

-Calderón habló del gran teatro del mundo. Hace tiempo escribí en un texto que medio mundo es el espectador del otro medio mundo y los papeles se intercambian continuamente. Desde el momento que te sometes a una serie de normas sociales, que te vistes de una manera etc. estás representando un personaje, estás respondiendo a lo que tú quieres ser, a veces más condicionad por la sociedad, otras veces menos. ¿El yo absoluto, puro? ¿Qué es? ¿Qué somos? Yo no lo sé, para mí casi todo es como un enigma...

-¿Consideras la performance como ruptura del sistema del arte?

-No como ruptura del arte porque casi siempre está dentro del sistema del arte. Aunque lo que no me gustaría es que la performance se convirtiera en un género más dentro del arte, sino que fuera como un especie de ovni, de electrón libre que nadie sabe muy bien por donde se pasea, ni por donde va y siga sin domicilio propio y sin características fijas, la performance se presenta, en un gran porcentaje de veces, en el terreno del arte. 
Yo quisiera poder mantenerla en una posición de ruptura en el sentido que todavía sea algo que corroe, que funciona como una especie de virus que se contagia y que nadie conoa muy bien la medicina para acabar con él o para definirlo, sistematilzarlo. 

Que nadie encuentra la vacuna para conseguir que esto sea controlable, definido, estructurado. 

Como decían en la discusión, me gustaría que siguiera siendo un elemento de resistencia dentro o fuera del sistema del arte, que siempre fu como un interrogante sin respuesta, sobre el contenido social artístico de la acción, e incluso formalmente. Me gustaría que tuviera la vitalidad suficiente para mantener tal diversidad que los que la ven se siguieran preguntando siempre, 
"¿esto qué es? ¿ esto es arte? ¿Por dónde hay que cogerlo? ¿Cuándo se termina? ¿Cuándo empieza?... ¿A dónde va esto? Que siempre tenga elementos que hagan que sea diferente de los otros géneros del arte de tal forma que no se pueda convertir nunca en un género más.



























-Judith Butler entiende la performatividad como la repetición de acciones que a medida que se reiteran se normativizan y responden al poder. ¿Tiene relación la performance con esta lectura de la performatividad?

-Supongo que en algunos casos sí y en otros no. Las generalizaciones son siempre reductoras, depende de la posición de cada performer frente a ese poder, en el que incluyo por supuesto algunos críticos, comisarios, universitarios, etc. 

Y de todas formas, ¿es que hoy hay algo que escape totalmente a ese poder? 

A no ser las posturas totalmente radicales, de ruptura total, entre las que incluyo por supuesto la de no practicar en absoluto el «arte». 

Se trata, humildemente, de hacer algo que creemos, y allá donde nos presentemos luchar por esa libertad. Por eso defiendo la hibridad total, la ilegitimidad y el desconcierto en la práctica de la performance.

-¿Se puede enseñar la performance?


-A veces pienso que quizás lo que se puede enseñar es la historia de la performance, su evolución... Pero incluso para eso hay que «definir» qué es la performance, puesto que vas a analizarla, y como creo que hay tantas definiciones como performers...
 

Por supuesto, si decides que la performance «es esto» y no otra cosa, que puede tener y tiene una forma «x», «y» o «z», entonces es como una obra de arte cualquiera y la puedes analizar en consecuencia, e incluso sistematizarla: forma, volúmenes, espacios, contenidos, composición, técnica, etc... Pero no se qué validez puede tener esta enseñanza, la performance no es una disciplina, no tiene «una técnica»...
 

La cuestión es si para estudiar la historia hace falta un profesor o profesora. La historia del arte la puedes aprender tú misma en una biblioteca, ver vídeos... Y sacar tus propias conclusiones, pero eso no te enseña a hacer performance, a lo mejor te enseña a copiar o a seguir el camino de...

-Se ha debatido también si este hecho puede poner en peligro tanto a la performance como a los propios
estudiantes ya que corren el peligro de ser formateados.


-Lo mejor es que cada uno invente y por eso cuando imparto seminarios... No llevo videos, no hablo de mi trabajo, a no ser que me lo pregunten... A veces hago referencias a alguna obra porque alguno de los participantes ha hecho algo que se parece a tal o cual acción de otro artista. 

Se lo digo simplemente porque le puede llevar a interesarse e investigar sobre la o el artista «x» que ha trabajado en el mismo terreno y puede ayudarle a clanfil su propia posición. Pero no para acumular conocimientos, eso nunca selecciono los participantes, ni pido CV... Me gusta que la gente venga de donde venga y que asista gente que no esté condicionada por una escuela artística, por unos estudios universitarios etc. Creo que lo mejor es mezclar, los universitarios, los artistas, los que no tienen ninguna práctica artística etc. Es más enriquecedor para todos.

-¿Podría ser quizás una pedagogía alternativa el desaprendizaje de las mismas?

-Cuando Cage dio unos cursos en la New Scool for Social Researc el primer día preguntó a los participantes si había alguno que ne había estudiado nunca música. Creo que fue Al Hansen quien levantó la mano y dijo, «Yo», y Cage respondió, «Estupendo, así no tienes nada que olvidar». 





-Has mencionado antes que tienes performances guardadas, que las modificas...

Estas modificaciones que haces,
¿son para que te sirvan?

-Cuando pienso en una performance, nunca pienso en «el otro», responden a una necesidad mía. 

En Vitoria me comentaban «sí pero a veces has hecho performances políticas». 

Sí, pero también éstas responden a una necesidad que tengo yo en ese momento de hacerla, ha ocurrido algo que me afecta y necesito reaccionar y esta reacción, como te he dicho antes, es quizás una obra. Creo que tenemos que protestar y mi protesta es esa, pero responde una necesidad mía. 

Primeramente soy persona y luego artista.





-¿Se podría decir que es la práctica artística de la necesidad?

-Sí, pienso que hacemos, por lo menos yo, las cosas por necesida por deseo...incluso la caridad la haces por una necesidad que tienes tú y está muy bien, y ¿por qué no? Si es útil y ayuda a la gente... No analicemos. Si haces el bien para alguien, sean las razones que sean, tú sabes en qué medida te sirven. El arte es algo parecido. Yo lo hago porque quiero hacerlo y si además sirve a alguien maravilloso, pero hay otras veces que quiero verdaderamente decir esto y no otra cosa y quiero que la gente lo entienda lo más claramente posible, por tanto procuro poner los medios para que este mensaje llegue. 

En otras ocasiones es más ambiguo, más secreto... 

Y me gusta que se pueda interpretar de formas diferentes, tan diferentes que no tengan nada que ver con lo que yo creo que he hecho y ésto me divierte y me interesa, pero otras veces, como te he dicho, no. En estos casos es casi un acto militante, bueno, creo que todo arte que se hace en libertad es militante, es político.

-Valentín Torrens comentaba que la performance es una práctica de autoevaluación.....

-Depende de cada cual. Siempre que haces una obra te estás demostrando a tí misma que puedes hacerlo, inconsciente o conscientemente. 
Yo creo que eso nos pasa a todos. 
¿Voy a ser capaz de hacer esto? De organizarlo, de llevarlo a la práctica como yo quiero...
 

¿Es que soy capaz de hacerlo no sólo intelectualmente y filosóficamente, sino físicamente también?... 

Es algo que haces delante de la gente, entonces te preguntas, ¿voy a ser capaz de mantener el tipo? Pero también cuando pintas un cuadro o haces una escultura... En todo lo que hacemos, queramos o no queramos, nos estamos afirmando, lo que pasa es que la performance tiene este coté «espectacular» con muchas comillas. 

Es evidente que la mirada que se posa en un cuadro, que es un producto separado, o lo vemos completamente separado del artista incluso físicamente, no es la misma que en el caso de la performance, en ella esta distancia no existe, el artista es el sujeto y el objeto, de ahí que las interpretaciones del que acepta o rechaza la proposición son mucho más ricas, más directas, pero quizá también más confusas... 

El objeto es un sujeto de carne y hueso, no es una pintura, no es el resultado de... 

En un cuadro por ejemplo el resultado está ahí fijo, pero la performance se está haciendo delante de tus ojos, se puede transformar in sito. 

Nadie sabe el resultado, se está haciendo, podría decirse incluso que no hay resultado, sino simplemente el desarrollo de una proposición, de una situación... 

Un cuadro lo puedes juzgar con respecto a lo que está definido, terminado, pero en una performance muchas veces no sabes cuando empieza, ni cuando termina, no tiene los mismos elementos respecto a una obra plástica tradicional. 

Tu mente está en movimiento, no está fija, tiene que estar alerta todo el tiempo.



















ole







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